Revista online sobre el mundo del seguro

La antigüedad de los vehículos y el aumento del consumo de ha­chís son las principales causas del repunte del número de vícti­mas mortales en las carreteras españolas, según explicó ayer Ma­ría Seguí, directora general de Trafico. Este incremento ha que­brado la tendencia a la baja que se venia sosteniendo en el tiempo durante la última década. En 2013, fallecieron en España 1.128 personas solo en accidentes en vías Interurbanas, 173 menos que en 2012, lo que representa un descenso del 13,3 %. En esta relación faltan los muertos en ciudades, cuyo número oscila en­tre 400 y 500 al año. Fuentes de Tráfico matizan que en lo que va de año han perecido 396 personas, lo que repre­senta solamente cuatro más que en el mismo periodo de 2013. Esa escalada fue más notoria en mar­zo (90 muertos en total) y abril (104) y las alarmas saltaron en la pasada Semana Sama, cuando perdieran la vida 28 personas.Getty_022312_CarCrash En un encuentro con periodistas en la sede de la DGT. Seguí afirmó que el organismo que dirige está realizando «un seguimiento riguroso» para tratar de explicar el origen de este incremento de víctimas mortales ya que, por el momento, ha descartado que tenga relación con el exceso de velocidad. Los estudios apuntan a otras dos causas: que «la edad media del vehículo de los fallecidos sigue aumentado significativamente y ya está en 12 años» y que se está produciendo «un aumento problemático del consumo de cannabis en la población en general, lo que puede tener un eco en la población conductora». Seguí señaló que, pese a que el 87,9% de los conductores no con­sume ninguna sustancia psicoactiva cuando se pone ante el volan­te, Tráfico no tiene «ninguna du­da del papel del alcohol y de las drogas en la problemática de la seguridad vial» en España. El último estudio realizado por Tráfico sobre la prevalencia del alcohol y/o las drogas ilegales en la conducción concluye que el 12,1% de los conductores se pone al volante después de haber con­sumido poco antes bebidas alcoho­licas o drogas (un 4,4 %, de ellos, cannabis). Según los estudios de Tráfico, un mínimo de 960 perso­nas y un máximo de 1.504 no mo­rirían si el consumo de drogas al volante fuera cero y el de alcohol no superara la tasa permitida (0,5 gramos por litro en sangre).