En el mercado existe una amplia oferta de productos financieros para ahorrar a largo plazo y obtener una rentabilidad añadida, actualmente, hasta por encima del 2%
El escenario cada vez está más complicado para los ahorradores o inversores más conservadores, aquellos que no quieren asumir ni un ápice de riesgo.
La crisis ha tenido importantes consecuencias para los bancos españoles. Y la más importante es, sin duda,el saneamiento que han tenido que hacer en sus balances, Y como Europa quiere evitar que se repitan los errores del pasado, las entidades financieras cada ve£tienen menos margen para ofrecer a sus clientes productos atractivos que consoliden su fidelidad. A esto se suma la referencia de los tipos de interés, que se encuentra situada al mínimo histórico del 0,15%,
Con ello, los depósitos han perdido el atractivo de los últimos años, cuando se llegaran a ver intereses por encima del 4%, incluso en momentos ya de crisis. Las rentabilidades que se encuentran hoy son las más bajas de la última década; la mayoría, por debajo del 1 %.
A pesar de este difícil escenario para muchos inversores y ahorradores, hay productos que aún tienen gancho por las posibilidades que ofrecen, como son los seguros de ahorro. Es un producto muy desconocido entre el público, a pesar de que los comercializan desde hace tiempo bancos y compañías de seguros. Muchas veces se confunden con los planes de pensiones puros.
¿Qué son exactamente los seguros de ahorro? En líneas generales se puede decir que son una mezcla del depósito y del plan de pensiones: permiten al ahorrador o inversor confiar un dinero a una entidad y a cambio se obtiene una rentabilidad. Cuanto más largo sea el plazo, mayor será el rendimiento. La mayoría están vinculados a un seguro de vida, por tanto recogen coberturas en caso del fallecimiento del asegurado.
El importe normalmente se recupera en el plazo convenido y quedan exentos de fiscalidad hasta que concluye el periodo de rescate.
Las posibilidades en los seguros de ahorro son muy amplias y diferentes entre las entidades; conviene estudiarlas minuciosamente y sobre todo leer la letra pequeña, tener en cuenta las comisiones, la duración del contrato, la penalización en caso de anulación… Todo lo necesario para que la elección sea la más adecuada a nuestro perfil.
Las entidades tienen puesto el límite de contratación de este tipo de productos en clientes de 65 años, aunque algunas lo extienden hasta los 70 años.
Diferencias conlos depósitos
Depósitos y seguros de ahorro, dos productos con grandes parecidos, pero con amplias diferencias. Una de las más importantes es que el seguro de ahorro no cuenta con la garantía del Fondo de Depósitos -que cubre hasta 100.000 euros- y no existe por tanto una cantidad asegurada. Otra distinción es que la rentabilidad obtenida en el seguro se acumula, y no se abona hasta el vencimiento del contrato, lo que retrasa el pago de impuestos.
20 Minutos – Madrid
14 de Julio de 2014