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Ahorrar se ha convertido en una necesidad para los espa­ñoles. Lo que no tienen claro es cuál es la mejor manera de hacerlo. La última encuesta realizada por el instituto BBVA de Pensiones revela que seis de cada diez españo­les no sabe qué porcentaje de sus ingresos debería ahorrar para complementar la pen­sión pública. Tampoco sabe a ciencia cierta cuál es el vehí­culo de inversión que mejor se adapta a cubrir esta necesi­dad. Si hablamos de ahorrar para la jubilación, el sondeo efectuado por el Instituto po­ne de manifiesto que el plan de pensiones es el vehículo de inversión favorito de dos tercios de los encuestados.

No obstante, este producto cuenta con un inconveniente: los pobres resultados que han ofrecido 0odlxk2kdqgv8209wayo196y0históricamente. «Los planes de pensiones españo­les quedan, de media, muy le­jos de sus objetivos. Son pocos los que han añadido valor y han hecho un buen trabajo de gestión a largo plazo», asegura Javier Sáenz de Cenzano, di­rector de Análisis en España de Morningstar.

A  todo esto hay que añadir que son productos diseñados para el ahorro de cara a la ju­bilación y no están pensados para cubrir otras contingencias. En este sentido, la imposibilidad de acceder al dinero hasta que no se llegue a la ju­bilación (o bajo ciertos su­puestos puntuales) juega en contra del plan de pensiones en un entorno de crisis económica coo el actual.

Los depósitos banca ríos aparecen, según la encuesta del Instituto de Pensiones de BBVA, como la segunda alter­nativa, al ser señalado por dos de cada 10 encuestados. Sin embargo, cada vez son más los inversores que con unos tipos de interés en míni­mos históricos y el límite im­puesto por el Banco de Espa­ña a la remuneración de estos productos, creen que el depó­sito bancario ha perdido bue­na parte de su atractivo. Lo re­vela la última encuesta trimestral de JPMorgan AM, que indica que los depósitos y las cuentas de ahorro han sufrido una caída de cinco puntos respecto al trimestre anterior debido a las limitadas rentabilidades que vienen ofertando en los últimos meses frente a otros productos. Según explica Javier Dorada responsable de la oficina de JPMorgan AM para Iberia en una reciente entrevista, «con­cienciar a los españoles de que deben ahorrar es el caballo de batalla de la industria para los próximos años».

Por este motivo, en la gesto­ra están haciendo un especial esfuerzo formativo, tanto de cara el asesor corno al cliente final, sobre la necesidad de in­vertir a largo plaza «Nuestro objetivo es tratar de enseñar al ciudadano a aprender a aho­rrar y eso pasa indiscutible­mente por un mayor asesoramiento y una mejor planifica­ción financiera. Es un reto di­fícil, pero que te obliga a tra­bajar duro para alcanzarlo». Dorado parte del convenci­miento de que el fondo es el vehículo más apropiado para canalizar el ahorro de cual­quier individuo. «Al contrario de lo sucedido con otros pro­ductos, el fondo nunca ha fa­llado al inversor».

«Si tenemos en cuenta que en España existe una necesi­dad de ahorro más alta que en otros países, y que actualmente solo el 7% del ahorro de las familias españolas está invertido en fondos, frente al 15% de otros países de nuestro en­torno y el 30 – 40% que existe en el inundo anglosajón, es in­dudable que al fondo de in­versión aún le queda un gran camino por recorrer en España», opina.

Pero aprender a ahorrar no es sencillo. Es necesario ser disciplinado y elegir bien el producto para alcanzar sus objetivos.

Fijarse los objetivos

Sophie del Campo directora general de Natxis Global AM para Iberia y Latinoamérica, cree que los inversores deben establecer un índice de refe­rencia personal a la hora de planificar sus inversiones, en el que tengan en cuenta sus objetivos, lo que necesitan pa­ra cumplirlos y el nivel de riesgo que pueden asumir a lo largo del camino.

«La finalidad no debe ser batir al mercado, sino cumplir el objetivo de ahorrar dentro de los parámetros de riesgo asignados. En lugar de preo­cuparse por los movimientos a corto plazo del mercado o medir el éxito en función de un índice, los inversores de­ben centrarse en lo que inten­tan conseguir a nivel indivi­dual y el nivel de riesgo que deben asumir para alcanzar sus objetivos. Cada inversor es diferente, por ello sus objetivos de inversión deben estar personalizados” explica.

Una vez hecho esto, Del Campo recomienda comenzar a construir una carrera duradera en el tiempo, que se centre en primer lugar en el riesgo, en el proceso de asignación de activos, el aumento de la diversificación, y la minimización del impacto de la volatilidad para mantener a los inversores en el mercado y en la senda de sus objetivos personales. El siguiente paso sería realizar aportaciones periódicas, como es costum­bre en EEUU.

Según Franklin Temple­ton, «una vez definido su per­fil, los inversores estadouni­denses se dedican a hacer aportaciones periódicas du­rante su vida laboral sin cam­biar excesivamente la cartera, y con un convencimiento cla­ro de que deben tener renta variable».

Teniendo en cuenta el per­fil más conservador del inver­sor español, que tradicionalmente ha mostrado una ma­yor aversión a la renta varia­ble, ¿cuál puede ser la formula de equilibrio en España?

Luís Martín, director de ventas de retail e institucional de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, para la región Iberia, considera que «los fondos de inversión son uno de los instrumentos que pueden utilizar los inver­sores para lograr una cartera diversificada que contribuya a equilibrar la rentabilidad es­perada y el riesgo asumido».

 

Expansión

9 de junio de 2014