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La clave es empezar pronto, apostar por la renta variable y aumentar paulatinamente las aportaciones

¿Es posible ahorrar 150.000 euros para la jubilación te­niendo un sueldo normal? La respuesta es sí. Y sin rea­lizar un esfuerzo titánico. Aunque todo depende de qué se consi­dere un salario normal o cuál es la si­tuación familiar de cada persona. La clave para llegar a acumular ese capi­tal está en empezar cuanto antes, apos­tar por la renta variable durante los pri­meros años de ahorro, e ir incremen­tando la aportación a lo largo de la vida laboral.

De acuerdo con la simulación elabo­rada por Francisco Marín, presidente del comité de servicios a asociados de EFPA (asociación europea de planificación financiera, en sus siglas en inglés), para al­calizar un ahorro de esa magnitud habría que empezar a ahorrar con 35 años, o in­cluso antes. Un trabajador de esa edad, con un sueldo bruto anual de 30.000 euros (algo por encima del salario medio en 2013), casado y con hijo a su cargo, debería comen­zar a aportar 150 euros al mes y seleccionar un plan en el que haya un fuerte componente de Bolsa.

Para evitar que las aportaciones estén con­dicionadas por los vaive­nes del mercado, los expertos recomiendan ir poniendo dinero en el plan periódicamente (una vez. al mes o, como mucho, una vez al trimestre), de modo que el ahorro no esté condicionado por una Bolsa demasiado cara. Si las aportaciones son sistemáticas, se iré acumulando el patrimonio tanto en los momentos buenos, como en los malos. A medida que ese trabajador vaya te­niendo menos cargas familiares, deberla ir incrementándola aportación mensual. Así, en la simulación realizada por Marín, esta persona, con 15 años, dos hijos y un sueldo de 40.000 euros bru­tos al año, debería aportar 250 euros al plan de pensiones.

Un la última etapa de la vida laboral, en la que previsiblemente la persona no tendrá hipoteca ni hijos a su cargo, de­bería ser en la que se haga el mayor es­fuerzo de ahorro. En el supuesto plan­teado el trabajador contribuiría a par­tir de los 60 años (con un sueldo de 50.000 euros), con 350 euros al mes.

Manteniendo estas premisas en el mo­mento de la jubilación (a los 67 años) po­dría haber acumulado un capital de 144.000 euros, tomando como referencia una rentabilidad media anual del 3%, des­contando gastos y comisiones. Si en esta simulación se incluyeran rentabilidades superiores al 3% para la fase agresiva y mo­derada (durante 25 años), el capital acu­mulado superaría con cre­ces los 150.000 euros. En los planes de pensiones indivi­duales, la media de renta­bilidad en los últimos 20 años ha sido del 4,39%, según dalos de Inverco. La estimación de rentabilidad del 3% anual es conservadora, según los cálculos de EFPA, si bien incluiría artos de ganancias superiores junto a años de pérdidas.

En caso de que el partícipe optara por rescatar su plan de pensiones por medio de una renta vitalicia, tendría derecho a cobrar una renta mensual de 795 euros, suponiendo que llegara a los 87 años.

Si se cumplen las previsiones de que las pensiones públicas sufrirán una im­portante merma durante las próximas dé­cadas (por el alargamiento de la espe­ranza de vida y la bajísima tasa de na­talidad de España), esos casi 800 euros serían un buen complemento para la pen­sión pública. Según los cálculos del si­mulador de pensiones del Instituto BBVA de Pensiones, en la simulación rea­lizada, la pensión a la que tendría dere­cho ese trabajador representaría menos del 60% del sueldo que tendría justo antes de jubilarse.

Para aumentar la información con la que cuentan los cotizantes a la Seguri­dad Social, el Gobierno va a empezar a enviar cartas a los mayores de 50 años ofreciéndoles una estimación sobre lo que cobrarán al retirarse. Los expertos del sector financiero consideran que este paso será fundamental para que la gente pueda tomar una decisión más forma­da sobre su planificación de cara a la ju­bilación.

Una de las ven lajas de empezar a ahorrar pronto es que en las primeras dé­cadas se pueden elegir productos volca­dos en renta variable. Como faltaría mucho tiempo para el rescate del plan, una mala evolución de la Bolsa durante varios ejercicios seria asumible, y el par­ticipe podría beneficiarse de la tenden­cia alcista de los mercados bursátiles en el largo plazo. En la simulación elaborada por Francisco Marín, el trabajador em­pezaría aportando dinero a un plan de pensiones muy volcado en renta variable (un 80% del total), evolucionaría hacia un producto mixto (renta fija-renta va­riable) y finalizaría su vida laboral con un plan concentrado en renta fija, para garantizarse que al vencimiento no per­diera parte del capital acumulado.

Hasta ahora, uno de los factores que echaba para atrás a los jóvenes a la hora de plantearse contratar un plan de pen­siones era la iliquidez del producto: tan solo podía recuperarse el dinero apor­tado en el momento de la jubilación. Sin embargo, los supuestos de rescate se han ido ampliando. Enfermedad grave, in­validez, desempleo, riesgo de embargo de la vivienda habitual… El Gobierno ha querido dar una vuelta de tuerca a este producto y, a partir de 2015, se intro­ducirá un nuevo supuesto de liquidez: las aportaciones mantenidas al menos 10 años. Esto permitirá que desde 2025 se puedan retirar los casi 100.000 mi­llones de patrimonio acumulados a día de hoy en planes de pensiones.

En las simulaciones de la EFPA tam­bién se aprecia la dificultad de ahorrar si se empieza muy tarde. El trabajador de 60 años que aporta 350 euros al mes hasta los 67 tan solo dispondría de un pa­trimonio en su plan de 32.666 euros.

 

Cinco Días

4 de Noviembre de 2014